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Este 7 de marzo del 2021 oficialmente se cumplió un año de que inicio la cuarentena para mí, aún me encontraba en mi empleo anterior cuando nos notificaron que un cliente de la empresa para la cuál trabajaba, iniciaba el homeoffice por un caso positivo de covid-19 en alguno de sus miembros del equipo que acababa de regresar de Italia. Esto preocupó al jefe de mi empresa pues existieron reuniones presenciales con este cliente por lo cuál se nos dio la instrucción de trabajar desde casa también.

Ese mes de marzo era mi último mes en esa empresa, había solicitado mi renuncia unas semanas antes por cuestiones personales y yo no sabía la magnitud que se avecinaba pues ya se escuchaba en varias partes del mundo lo mal que se estaba poniendo la situación (sobre todo en Europa), pero como en México “nunca pasa nada” no era algo que ni yo ni mis ex-compañeros vimos venir (creo que casi nadie).

Nunca me pude despedir de ellos, solo 3 personas sabían que me iba de la empresa, no les conté a los demás por que “aún faltaba un mes”, y quería evitar malos comentarios mientras aún estuviera ahí, (Si están leyendo esto… lo siento mucho, no conviví mucho tiempo con ustedes pero fue bonito compartir momentos con todos).

Pasaron las semanas, concluí con mis responsabilidades e inicie mis propios proyectos a la brevedad.

Creo que nunca acabaría de escribir todo lo que viví este año, existieron momentos muy tristes así como muy felices, pero definitivamente fue mi mejor año profesionalmente hablando, nunca había tenido tanto tiempo para dedicarme a “mis proyectos”, tal vez suene algo egoísta pues en estos tiempos es un privilegio poder trabajar desde tu casa sin tener que salir a exponerte, pero también tiene sus contras.

La soledad es peligrosa. Es adictiva. Una vez que te das cuenta de cuánta paz hay en ella, no quieres lidiar con la gente.

Carl Jung

Mentiría si dijera que me la pase el año completo encerrado, tuve la oportunidad de hacer unos pequeños viajes. Les contaré sobre uno de ellos que recordándolo me hizo reflexionar: sembrar árboles (En el estado de Michoacán). Fue una laboriosa pero bonita experiencia.

Amanecer en la montaña
El clima ayudo bastante, El sol no nos calcino.
Ese día fueron 500, posteriormente ellos sembraron más.
Crece fuerte amiguito 🥺

Entre mi familia y ayuda de vecinos sembramos estos pequeños Oyameles, pues cuidar los bosques en un país con alta deforestación es super importante (no solo de programar vive el hombre 😅) y tal vez por ayudar a respirar el planeta es posiblemente lo que cuido a mi familia este año de un virus que principalmente afecta a la respiración, quien sabe, tal vez fue así o solo fue suerte.

Viví varios momentos así durante este año, pero este en particular me hizo reflexionar sobre lo poco conectados que estamos con el medio ambiente, y lo poco consiente que estamos de nuestros hábitos de consumo que destruyen ecosistemas como este, dónde endémicamente viven especies que han estado asiladas del ser humano, pero al perder su hogar y forzar este acercamiento es cuando ocurren los problemas, según así lo explica la OMS: en un mercado en la lejana china, presumiblemente un pangolín fue el puente entre un virus de origen zoonótico que paso al ser humano, Iniciando lo que sería una pesadilla para millones.

¿Por qué escribo todo esto?

La razón principal es que, a pesar de que ha sido un año largo y difícil, es bastante probable que esto continúe igual por otro año o más. Pero no debe ser motivo permanente para bajar los ánimos.

Posiblemente este año perdiste a un ser querido, tal vez viste a tu familia enferma o perdiste tu trabajo, el encierro te obligo a convivir con tu abusador o entraste en una profunda depresión por ver cerrar tu negocio que tanto esfuerzo te costó levantar. Existen mil cosas que estaban mal y este encierro solo lo empeoro, en lo personal, en lo académico y en lo profesional. Así que atento / atenta a lo que te voy a decir:

No estás solo.

No estás sola.

Son tiempos difíciles pero aún así no pierdas la esperanza, la vida es igual que una montaña rusa, a veces estamos en el fondo dónde todo es obscuro, triste y frio; pero otras veces estamos en la cima dónde todo es cálido, el sol brilla, levantas las manos y te sientes libre; y en el inter, existen esos pequeños gestos que a veces nuestro mal animo nubla y no nos deja ver o no nos deja disfrutar.

Estas en una situación difícil, y es dónde más fuerte tienes que ser por ti y por los tuyos. No existe la noche eterna, la parte más obscura es justo antes de amanecer y saldrás adelante.

No te conozco, soy un ingeniero que se tomo el tiempo para escribir unas palabras de ánimo, por que es algo que también aprendí en este año de pandemia, que somos frágiles y esta bien no estar bien, pero confío que vienen tiempos mejores, diferentes eso sí.

Es posible que ciertas actividades no regresen como las recuerdes, pues estamos viviendo un evento mundial que lo esta cambiando todo y que eventualmente se volverá a repetir en un futuro, pues los humanos no somos los amos del mundo, así que te reto que el disfrutes del hoy, pues si estas leyendo esto es por que eres un sobreviviente, tu historia es una historia de éxito, después de pasar por tanto aquí estas, hoy, es tú regalo, por eso se llama presente.

Animo, te lo dice un amigo, tu amigo Alejandro.

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